domingo, 11 de diciembre de 2011

4.Vilma



Cuando la felicidad suena a algo lejano, inexistente, irreal, algo que tan solo les ocurre a las personas de tu alrededor, pero no a ti. Cuando vives encerrado en el pasado, arrepintiéndote de tus errores y deseando cambiar tantas cosas. Cuando no se vive, cuando se llora. Cuando estás en un lugar en el que te sientes perdida y no encuentras el camino. Cuando él ya no está, cuando se ha ido y sabes que no volverá. Cuando las lágrimas pesan y las sonrisas duelen, porque no son de verdad. Cuando desearías desaparecer, esfumarte, al pensar que quizá la vida sería mejor si no hubieses existido. Simplemente, cuando te sientes sola y piensas que nada de lo que haces está bien.
Es en esos momentos en los que necesitas que ellos estén a tu lado. Ellos, que siempre encuentran la manera de hacerte sentirte mejor, y que hacen cualquier cosa por una sonrisa. Ellos, que te conocen, que saben que es lo que quieres, que son tus amigos y que te hacen sentir tan bien. El mundo está lleno de amigos,  amigos para divertirte, amigos que te fallaron, amigos que están ahí un día que les necesitas y amigos para siempre. Amigos para siempre. Suena tan poético, algo que seguramente es un tanto irreal, pocos son los amigos que estarán contigo toda tu vida, pero aquellos con los que querrías estar hoy y dentro de 70 años, aquellos con los que querrías compartir tu vida entera, esos son para mí mis amigos para siempre. Y no son 10, 20 ni 30, son pocos, son aquellos que si sufren, sufres con ellos, y si son felices, tu también lo eres.
Y en amigos para siempre es donde incluyo yo a Carol y Sandra.
Carol. Podría decir un millón de cosas de ella. Podría decir que cuando me pasa algo siempre está ahí, que me entiende, que sabe hacerme reír, que siempre tiene una razón para hacer lo que hace, que es sincera y valiente, que se deja llevar por su corazón y que aunque ella no lo admita, todos los chicos terminan enamorándose de su naturalidad.
Sandra, la chica con la risa más contagiosa que conozco. Ella hace que mis horas se transformen en minutos, con ella es con quien paso horas al teléfono, con quien estoy desde siempre y sobre todo, una chica con la que se puede hablar de cualquier cosa, en ella puedes confiar. Todos sus conocidos conocen sus grandes virtudes. Y su belleza no pasa desapercibida.
Y ahora debería hablar de Lucas, que para mí es como un hermano. Es mi amigo desde siempre, hemos compartido momentos buenos y no tan buenos, pero él siempre ha estado ahí, para hacerme sentir bien. Creo que si no fuera por él, pensaría que ningún chico merece la pena.
Así es, estoy rodeada de gente que me quiere y a la que quiero, pero por desgracia eso a veces no es suficiente, porque si no está él, yo no puedo ser feliz del todo. Y no, él no está.

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